«La vecina rubia somos todas las que nos hacemos ilusiones y nos quedan preciosas». Por frases como esta y muchas más, por su desparpajo, por su espíritu rebelde y la empatía del público… Razones como esta son las que han convertido a la anónima Vecina Rubia en un auténtico fenómeno viral de masas en redes sociales. Si hay que aplicar el tan manido concepto de influencer, sin duda que se lo merece. Tras ganarse el cariño y admiración del público gracias a su cuenta en Twitter y su platónica historia de amor con el modelo Jon Kortajarena, La Vecina Rubia ha dado un acertado paso adelante con el lanzamiento de su gama propia de productos de merchandising basado en sus frases más célebres, sus diseños más icónicos y su estilo tan personal. Una decisión brillante hacia un camino que anteriormente iniciaran otros VIPS de Twitter como Moderna de Pueblo. Está claro que, una vez conseguida una comunidad de seguidores, nada como los productos personalizados con la marca para hacer de esta un referente fuerte y fidelizarlos. Y es que… apostar por el merchandising para empresas es de guapas.
Poco se sabe de su verdadera identidad más allá de que tiene un pelazo y de que aún no ha conseguido la fórmula para conseguir hacer la misma raya con el eyeliner en los dos ojos. Problemas de siglo XXI y problemas de guapas que madrugan y se revelan contra modas imposibles. La Vecina Rubia ha conseguido reunir un ejército de seguidores en sus redes sociales que no solo corean sus hashtags y frases más célebres, sino que las comparten al mundo entero confirmándola como lo que ya es: un auténtico fenómeno viral. Su marca ha volado como la espuma en un mundo 2.0 hambriento de frescura, lucidez y brillantes ironías a contracorriente de las tendencias. Su ‘affaire’ con Kortajarena, una relación digital que incluso se ha llegado a bautizarse con el término ‘Rubiajarena’, ha acabado por darle el empujón que le faltaba para que nadie, en ningún rincón Social Media, sea ajeno al fenómeno. Y ahora que ese ejército supera los cientos de miles ha dado el siguiente paso en aras de acabar de afianzar su marca: el merchandising personalizado.
Agendas de guapas, vasos personalizados para las que se están «haciendo ilusiones y les quedan preciosas», estuches para las que madrugan, que es de guapas, camisetas… El catálogo de merchandising de La Vecina Rubia está siendo todo un triunfo en redes sociales, y ya se vende en los principales canales de distribución online, como Amazon, El Corte Inglés o FNAC. Responden fielmente al estilo del personaje, con sus colores rosas, su purpurina, barbies y unicornios; y se decora por cada esquina con cada una de las frases más memorables y de guapas. Ha seguido los principios de la estrategia de merchandising para empresas de forma brillante y ahora disfrutará de esos grandes beneficios de la personalización de artículos que tantas veces hemos mencionado, pero que no está de más recordar:
– Visibilidad de la marca. Las frases, el estilo y la marca de La Vecina Rubia están llenando las casas, mochilas y perfiles de redes sociales de un público que comparte, muestra y funciona como altavoz de todo ello. Quienes ya la conozcan se animarán a comprar y seguir a la rubia, y quienes no, tienen la puerta abierta a convertirse en nuevos y fieles fans. La marca vuela y lo hace fácilmente.
– Beneficios económicos. La viralidad del fenómeno La Vecina Rubia le está ofreciendo un beneficio económico gracias a la venta de los productos personalizados, al igual que el merchandising para empresas lo hace con las compañías que apuestan por esta estrategia. ¡Acierto!
– Fidelización de seguidores. Lo comentábamos más arriba: con los productos personalizados de La Vecina Rubia se consigue llegar más allá en cuanto a tener presencia en las rutinas, hogares y actividades diarias de sus seguidores y compradores de artículos publicitarios. Con ello se afianza el sentimiento de afinidad y sincronía con el personaje, su percepción positiva y, en consecuencia, la predisposición a comprar más productos, recomendarlo a amigos y amigas y difundir más aún la marca.
Y todo ello con el grandísimo beneficio de que la personalización de artículos corporativos o, en este caso, publicitarios, tiene un coste asumible. Por estas razones y por otras muchas, porque estamos seguros de que al fenómeno aún le queda mucho recorrido y porque el triunfo está asegurado, no queda duda de que apostar por el brand merchandising también es de guapas 😉
agenda de la vecina rubia
Sin duda ha sido un caso de exito que yo creo que ni ella lo esperaba